¿Obra política?

Defendemos el proceso de creación como herramienta para el cambio. Una nueva actitud frente al trabajo, crítica, combativa y colaborativa. Y, además, nos gusta bailar. Yes, we dance.

DISTOPIC:

  • La dramaturgía. Aristóteles es punk.

La historia habla de una sociedad controlada por niños caprichosos que no soportan el baile; han convertido el movimiento en algo parecido a la gimnasia que hacíamos en el colegio. Hablan de democracia y piden al pueblo (al público) que colabore en los castigos pero luego hacen lo que les viene en gana. Crueles, mentirosos y retorcidos. Son, ni más ni menos, meros políticos.

Cuando hablamos del baile, hablamos de lenguaje. La primera herramienta de control y posiblemente la más sutil y efectiva es la manipulación del lenguaje. En Distopic el sistema define unos movimientos determinados como baile y prohíbe todo lo demás. En realidad no se prohíbe el baile sino el movimiento libre… el placer.

DISTOPIC habla de la lucha del individuo en una sociedad inmóvil. La democracia es un artificio para mantener viva una esperanza.

  • Horizontalidad del trabajo.

Esto no significa que todos hagamos de todo; cada persona del grupo es experta y trabaja en un área determinada pero mantenemos grupos de trabajo continuos en los que todos aportan opiniones e ideas sobre cualquier campo. El método de trabajo parte de asambleas en las que se decide la línea de trabajo de cada área que luego se desarrollan individualmente o en grupos pequeños haciendo avanzar los puntos que se han pactado. Luego se enseñan al grupo los resultados obtenidos y se vuelve a comenzar. Así, depuramos el trabajo colectivamente. En cada momento del desarrollo se suman nuevas ideas que van surgiendo sobre la marcha, manteniendo de fondo la idea global del proyecto y los objetivos de cada área. Aprovechamos esta forma de organización del trabajo para ir aprendiendo sobre cosas que en principio no son “las nuestras”; todos somos formadores y todos somos alumnos dependiendo del momento.

  • Cultura común y libre. Remezcla.

Sería imposible desarrollar proyectos tecnológicos empezando de cero. Decimos que remezclamos conocimientos porque aprovechamos proyectos que otras personas comparten en internet, los adaptamos, le adjuntamos desarrollos propios y luego lo devolvemos. No es ni más ni menos que cultura libre. Software libre, pensamiento libre y movimiento libre: copia, pide, difunde, regala, presta, co-piensa. Y lo mismo pasa con las ideas… libros, cine, blogs, charlas de cervezas… somos dueños de nuestras citas y esclavos de nuestras referencias.

  • Proceso y difusión del conocimiento.

Damos más importancia al proceso frente a la obra acabada… de hecho, la idea es que la obra vaya cambiando con el tiempo, que incluyamos nuevos elementos e, incluso, podamos cambiar cosas el día del estreno (broma, Judith, je je)… Entendemos este proyecto no sólo como una obra de danza sino que planeamos organizar talleres para que otra gente pueda desarrollar sus propias ideas a partir del trabajo que hemos hecho.

  • Reciclaje. Usos no privativos.

Hackeamos aparatos electrónicos y les damos usos diferentes. La idea es reciclar aparatos que en principio se están quedando obsoletos para que tengan una nueva vida. Esto tiene muchos beneficios: primero un beneficio ecológico y de cambio chip :) ; además llegamos a sitio que sería imposible visitar siguiendo una línea “lógica”… por ejemplo, si para hacer los ritmos del sistema utilizáramos instrumentos musicales no conseguiríamos el mismo efecto que hemos conseguido usando bandejas de CDs hackeadas; por último, surgen ideas nuevas a partir de hacer cosas de otra manera lo que re-alimenta el mismo proceso de creación y también, esa forma de mirar las cosas nos lleva a repensarlo todo para descubrir usos inesperados.

  • Interacción y tecnologías sociales.

Uno de los intentos es convertir al público en un actor, pero se le da el papel que tienen los ciudadanos no organizados en las decisiones de la política: un voto. Luego, los niños gobernantes harán caso o no a lo que se ha decidido.

  • El Movimiento.

 Pensamos que hay una expresión física consecuencia del cuerpo-mente perceptivo que constituye al humano y que no es enseñada ni aprendida, sino que es algo original que se manifiesta desde lo interno hacia afuera gracias a nuestra sensibilidad. Como ejemplos valdría pensar en un escalofrío, en el pellizco que en determinadas ocasiones se nos coge en la nuca, la inmovilidad que se adueña de nosotros o la corriente que recorre todo nuestro cuerpo… todas  esas cosas que no nos pueden quitar de ninguna manera, y si no «que nos quiten lo bailao». Habiendo establecido el ámbito de lo prohibido (movimiento-expresión de placer) por lo que se castiga a la bailarina, y habiendo ésta recuperado ese lenguaje «distópico» impuesto, el cual la impide ser lo que se es, habría que ir abriendo finas grietas que permitan rescatar esa humanidad que brota a través del cuerpo y que nos oponemos a limitarla.

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